Comienza Bien el Lunes, y Todos los Días de la Semana

De sobras es conocido el dicho “desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo”, y nada más cierto en muchas ocasiones que la sabiduría popular.

Como su propio nombre indica, el desayuno la primera comida tras varias horas de ayuno y en reposo. A través de esta comida se ha de aportar, en primer lugar, la energía que las funciones cerebrales requieren para reactivarse, y que nuestro organismo comience a despertar.

En el desayuno se han de incluir tanto alimentos que proporcionen energía como alimentos que sean ricos en nutrientes esenciales (vitaminas, minerales y proteínas de calidad). Además, es importante mantener una rutina en cuanto al horario del desayuno, ya que es una de las claves para mantener un peso adecuado.

Saltarse el desayuno o hacerlo de forma apresurada y con alimentos inadecuados, puede hacer que durante la mañana aparezcan problemas de concentración, dolor de cabeza y cansancio. Además, es frecuente que las personas que no desayunan tengan el hábito de “picotear” a lo largo de la mañana o de realizar cenas excesivamente copiosas, dos situaciones normalmente ligadas al sobrepeso.

Alimentos a Incluir en el Desayuno

· Cereales Integrales

La Quinoa, la Avena, el Arroz integral o combinaciones de copos de varios cereales deben formar parte del menú habitual del nuestros desayunos. Se recomienda que no estén azucarados o que, al menos, tengan un contenido moderado de azúcar, ya que un exceso de azúcar , sobre todo si es refinado, puede producir desequilibrios en la regulación de los niveles de glucosa en sangre.

El pan, las galletas y la repostería contienen vitaminas del grupo B y fibra en las presentaciones integrales, y sales minerales. El pan tostado es más recomendado que las galletas o la bollería, ya que contiene menos azúcar y proporciona más sensación de saciedad. El consumo de bollería debe de ser ocasional por su alto contenido en grasas y azúcares.

· Té, infusiones, cacao y café

Las infusiones o el café no aportan apenas nutrientes pero el cacao si aporta energía, que se ha de tener en cuenta. Se recomienda prescindir del café por su carácter excitante del sistema nervioso.

· Frutas

Son ricas en hidratos de carbono, agua, fibra, vitaminas y minerales. Se puede incorporar al desayuno en forma de zumo de frutas, mejor frescos, o procesados de la forma más respetuosa posible, para conservar sus nutrientes, o bien en forma de pieza de fruta entera. Esta última opción es la más recomendada, ya que se incorpora también la fibra y se reduce el aporte de azúcar.

· Lácteos

Si hay problemas de sobrepeso u obesidad, es recomendable el uso de lácteos desnatados. La mantequilla y la margarina también se engloban dentro de un desayuno equilibrado siempre y cuando sea de forma ocasional y en cantidades moderadas.

En dietas veganas o en la intolerancia a la lactosa la leche pueden sustituirse por bebidas vegetales (a base de avena, soja, arroz…) y derivados de estas del tipo queso o yogur.

· Aceite de Oliva Virgen

Es la grasa más saludable que se puede consumir, aunque debe moderarse su cantidad debido a su alto aporte calórico.

· Agua

Ayuda a eliminar las sustancias tóxicas del organismo y a la digestión y asimilación de los nutrientes de los alimentos.

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